viernes, 28 de diciembre de 2007

Finalmente, El Encuentro...


Pasé con estos 3 tarots gran parte de mi periodo escolar de la preparatoria, por ahí de vez en cuando me permitía el poder realizar lecturas de aprendiz con mis cuates. Poco a poco, muy escuetamente todavía podía hacer una lectura, en ese entonces con fines adivinatorios completamente. Aún recuerdo la lectura que le hice a una buena amiga, donde la Emperatriz vino a sugerirme al oído un embarazo, yo con tono de broma le comenté:

-Mira esta es una carta que cuando aparece anuncia mucha fertilidad, en todos los aspectos, así que cuidado con “aquellito”, porque podría ser una llamada a la cigüeña segurita.

Me parece que no me escucho por que su nena en este momento andará por los 12 años jjeje.

Termino mi periodo de preparatoria, y me traslado a una ciudad mucho más grande, a estudiar una licenciatura, me pase aproximadamente 6 meses buscando tiendas esotéricas y no podía creer que no existiera un lugar donde pudiera conseguir mi tan anhelado Tarot Rider, hasta que llegué a un centro comercial, donde estaba una tienda de Cuarzos y esas cosas, por meses iba a dar vueltas, esperando que llegara, esa ansiado regalo, hasta que un día, en mala fortuna para mi porque me agarró en época en que andaba sin plata, lo veo ahí, en la vitrina, rozagante, orgulloso y expectante de quien sería su dueño…

Estuve ahorrando durante todo un mes, con la esperanza de poder adquirirlo, cuando finalmente pude reunir la dote para este autoobsequio, me lleve la desagradable sorpresa de que ya se encontraba en manos de otro dueño.

-Carajos, ¿como se vendió tan rápido?- pregunte indignado.

-Hijole joven, la verdad es que no se, el tarot pasado que teníamos duró bastante tiempo por acá- me contestó la señorita que atendía.

-Bueno ahí le encargo el próximo-

-Si, no se preocupe, yo se lo aparto.

Cada 15 dias hiba a visitar a mi amiga de este Negocio, de hecho terminamos por hacernos amigos, y cada ocasión la respuesta era la misma:

-Aun no llega…

Así pasaron cerca de 9 meses, hasta que un día, en que por cierto, me había gastado ya el dinero que tenia reservado con este objetivo, lo vuelvo a ver, ahí resplandeciente en su aparador.

Con el único billete de $20 que traía lo aparté diciéndole a Paty, que en una semana regresaba por él.

La verdad es que una semana era demasiado, a los 3 días ya había conseguido prestado el dinero, y estaba ahí en la tienda, revisando que estuviera completo.

Finalmente después de tanto tiempo, estábamos reunidos, y fue una experiencia muy linda, el estar ahí, en ese momento tan deseado, tan mágico…

Llegue a mi casa, y una a una iba mirando sus caras, una a una, agradeciendo 78 veces, por este encuentro…

Mi estimada, con permiso...


Es curioso como es que hay tiempo para todo, y bueno cuando no hay tiempo, uno busca irremediablemente hacer algo al respecto.
Hace ya casi un año de la ultima entrada del blog, hoy ya es demasiado tarde para escribir el siguiente capitulo de esta, mi historia con el tarot. Pero no quería dejar de lado, el hecho de que se manifestó la Sacerdotisa hoy en mi, como buena guardiana de las cosas ocultas, antiguas y profundas, no me daba chance de recuperar la entrada a estos mis dominios, hasta que finalmente tuve que ponerla en su lugar, diciéndole, mi estimada, con la pena, pero agarre su rollito, enrolladito, páreseme de aquí, y con mucho respeto váyase a resguardar secretos a otra parte, que tengo tiempo y ganas de escribir…
Y heme aquí, en esta nueva mini entrada….
Que por cierto es muy mía, muy mía….

Imagen de la sacerdoitza es del Aquatic Tarot Watercolors by Andreas Schröter

domingo, 21 de enero de 2007

Tercera parada mi Propio Tarot...




Una y otra vez intentaba aprender el significado que el escritor de mi primer libro de tarot, Eden Gray me sugería en su libro para cada una de las cartas, con esta baraja del 007, pero había cierta incompatibilidad de lenguajes, y es que ahí en ese entonces, vislumbraba lo importante que es el establecer una conexión con esta herramienta. Cada uno de nosotros los seguidores del Camino del Loco, en un determinado momento, hemos sentido esta conexión con una baraja, este enamoramiento que nos deja en suspenso, que nos invita a ver su rostro una y otra vez, descubriendo cada uno de los detalles ocultos, a tocarlas delicadamente, inclusive a olerlas y a querer pasar con ellas el mayor tiempo posible (¿sigo hablando de las cartas?, en este punto al releerme me suena a otra cosa, pero bueno yo sigo hablando de las cartas.
Pues en ese momento este amorío no existía, al menos no con esta baraja, y por más que intentaba, no podía aprender de la manera en que quería, o de la manera en que esperaba que sucedería, así que por temporadas, dejaba de intentar aprender, guardaba las cartas y mi libro en un cajón, luego días o semanas después, la inquietud renacía en mi y volvía a intentarlo, hasta que de nuevo se volvía algo tedioso, y bueno en ese entonces tendría 17 años más o menos, tampoco podría esperar grandes compromisos a esa edad de mi.
Un día, leyendo en una de mis revistas, que en ese entonces compraba sobre esoterismo, me encontré con el comentario que algunas escuelas de tarot, hacían que sus estudiantes iluminaran o dibujaran cada uno de los arcanos para estudiarlos y poder conectarse con ellos.
-Que idea tan genial- me dije a mi mismo.
Se me ocurrió, que si no podría tener mi mazo Rider, entonces lo dibujaría.
Intenté dibujar el 8 de copas, todavía lo recuerdo y el resultado no me pareció tan agradable. Intenté después calcarlo y de nuevo lo que quedaba plasmado en el papel no era lo que yo tenía en mente cuando iniciaba esta labor. Así que paré de hacer esto, hasta que una mejor idea viniera a mi mente.
Y un día esta idea esperada llegó, ¡Fotocopias!
Llevé mi libro a la fotocopiadora, y le pedí al encargado una copia de todas las páginas que tenían imágenes del Tarot. Quedé de recoger las fotocopias tiempo después.
Contento por el proyecto que tenia en mente compré unas cuantas cartulinas negras, después de pensar cual seria el color que mejor combinaría con mis cartas, como estaban en blanco y negro pues negro seria, pegamento, una caja de colores, ya que la que tenía supuse que no me iba a alcanzar para esta obra semiartística (no se que tenia en mente que iba a colorear, en realidad la caja de colores usados que tenía fue más que suficiente).
Recojo las fotocopias, llego a mi casa, saco las fotocopias de su bolsita en que me las entregaron que por cierto me las cobraron carísimas y…
Oh sorpresa, estaban fotocopiadas por ambas caras, de la misma manera como venia en el libro; ¿reacción lógica adolescente? me enojo.
-carajo, que no di bien las instrucciones- (seguramente no, si lo hubiera hecho me las hubieran sacado como las pedía je je je).
Una vez que se me bajo el coraje comienzo a trabajar con las cartas tenia, comienzo a recortar las cartas una a una, tengo que regresar a la fotocopiadora a pedir las cartas que me hacían falta, esta vez me aseguro de especificar que solo necesitaría ciertas páginas, espero a que me las entreguen y el encargado me ve con cara de “hijo pecador”, yo finjo que no lo veo y me despido con un amable hasta pronto.
Recorto todas las cartas, recorto la cartulina negra en pequeños rectángulos de 10 por 6 cm, las pego lo más derecho posibles, busco que no queden con arrugas por el pegamento líquido que usé, no lo logro en todas, me fastidio, dejo esto dos días, y en seguida regreso.
La siguiente tarea colorearlas, en este momento me doy cuenta de un detalle que podría ser importante, ¿De que color debo iluminar las cartas? En ese momento eso fue importante para mí, ¿qué tal que las iluminaba de un color erróneo y no producían el mismo resultado?.
En el transcurso de la siguiente semana, compro una revista donde venia un artículo del tarot y venia una versión del tiny Rider Tarot, que es un tamaño del Rider muuuuy chiquito, y venían fotos del tarot, extendido sobre una superficie, así que se podía ver una buena parte del tarot en las fotos. Comencé entonces, a copiar los colores que veía en casi todas las cartas, porque no se veía la baraja completa.
Pase todas unas vacaciones recortando cada una de las cartas, coloreándolas con la mayor fidelidad posible a lo que veía en esta revista, en algunas cartas lo logré en otras me quedaron mejor coloreadas a mi que la versión original (al menos así me lo pareció).
Ahora hacia falta un ultimo detalle, ¿como iba a protegerlas?
Lógicamente la pura cartulina con la hoja pegada no sería muy resistente así que tenía que protegerlas de alguna manera, pienso y pienso y no se me ocurre nada, en aquel entonces no se conocía el “papel contact” como ahora, ese plástico adherible transparente que se usa para forrar libros o cuadernos, cuanto me hubiera ayudado si lo hubiese conseguido.
Como no llegó una mejor idea a mi cabeza, tuve que usar cinta adhesiva transparente de la más gruesa que encontré y tenia que darle 2 pasadas a cada carta para que pudiera abarcar y protegerlas en su totalidad.
Como te imaginarás cuando termine de forrarlas con cinta adhesiva, pues me quedo un mazo de Tarot más o menos del grosor de un mazo y medio. Poco práctico para manejar, no tan bonito estéticamente como el original, pero sentí gran cariño por ese mazo, por todo el esfuerzo que me representó conseguirlo, hacerlo con mis propias manas y ayuda de la fotocopiadora y porque finalmente tenia ¡Mi mazo! De hecho, lo conservo todavía como parte de mi colección, en cuanto pueda subo unas fotos de él para que lo conozcas y si te gusta algún mazo y no lo puedes conseguir pues esta es una manera de establecer un vínculo personal y crear ese mazo que tanto te gusta en lo que puedes conseguirlo….
Una vez que pude tener un mazo completo, y con el que me sentí conectado, todo fluyó de una manera más rápida, podía estudiar mucho más tiempo, observar los símbolos que encontraba en mis libros y conectarme con ellos, entendí entonces lo que era caminar de la mano de un cuate simbólico en este viaje del loco….
Pero después podría conseguir una baraja original, aunque como te lo imaginas no fácilmente, pero como diría la nana chonita:

-Esa es otra historia…

jueves, 11 de enero de 2007

Mi tercer ¿ó segundo? tarot


EL VIAJE SIGUE….

Después de lo fuerte que fue para mi esta predicción del tarot de una muerte, decidí dejar esos asuntos del demonio (ja ja ja, como me río cuando pienso, que pensé eso), así descansaron algunos meses esas cartas, y la información que tenia hasta ese entonces, ahora que lo reviso, no he de haber pensado que era tan demoníaco el asunto, ya que de lo contrario seguramente hubieran ido a parar mis cartitas y anexos a la basura o a una fogata nocturna.
Meses después en una de esas caminatas locas que de repente tengo, comencé a caminar un día que fui de paseo a la ciudad donde estudié la preparatoria, de repente sentí la necesidad o curiosidad de conocer calles que no conocía, y así fui recorriéndolas poco a poco hasta llegar a una colonia relativamente céntrica a unas 5 o 6 cuadras de donde siempre tomaba mi camión para irme a la central a mi casa.
Y en una de esas callecitas desconocidas por mi hasta entonces llegué a un papelería y librería, bastante modesta y con cosas ahí bastante empolvadas eso se notaba a leguas, y viendo el aparador de este local de pronto, me encuentro con algo que no lo podía creer, unas cartitas con imágenes raras, estuve mirándolas como unos 5 minutos, entre que no me atrevía a entrar a preguntar de que se trataba esto, que iría a pensar la persona que atendía un señor ya canoso y de edad de mis cosas demoníacas, (jajaja). Finalmente fue mas fuerte mi curiosidad que mis cadenas (a condenado diablo como te recuerdo y te entiendo ahora, mis cuates tarotologos me entenderán), así que quedito entro y le pido al señor que me muestre la baraja, el así como refunfuñando porque pensaba que no traía dinero y lo haría trabajar en vano (cosa que era totalmente cierta en ese momento), va y me trae la baraja empolvada le da una sacudida y me la muestro yo la miro con gran emoción interna, y descubro que era la baraja del 007 (¿Whaattt?), (que ese no era un personaje de películas de acción que hace con una baraja de tarot).
Leo el reverso de la cajita y me entero que en la película del 007 “vive o deja morir” (a algo así), se utilizo esta baraja, (guau) ahora me dieron ganas de ver esta película, pregunto cuanto cuesta, me dice un precio que era barato para ese entonces en comparación de lo que me había costado la baraja que había comprado en la feriecita del libro del capitulo anterior, pero no tan barato como para comprarla en ese momento.
Le regreso la baraja con cara de perrito con ganas de comer, a fuera de una taquería.
Él me ve con ojos de “lo sabía, me hizo sacar este chinche que tengo aquí desde hace no se cuantos años y no tenia dinero”.
Yo le digo: -luego regreso señor gracias.
-Aja- Refunfuña…
Se me hizo eterno ese fin de semana, el lunes no se que vi en clases, pero el reloj era “tan lento”, finalmente da la hora de salida, creo que ese día ni adiós dije.
Era inicio de semana y como cada semana, me daban dinero para la semana entera, así que cuando menos acordé estaba frente al señor refunfuñon pidiéndole de nuevo que me mostrara las cartas, esta vez me puse a contarlas, tenía duda si después de tantos años estarían completas.
Uno, dos, tres….
Señor refunfuñon...-mmmmm.
-ya casi acabo señor es que necesito checar que estén todas…
-mmmm.
Ya en casa me di cuenta de que era el Tarot of the Witches de Fergus Hall, les pongo abajo algunas imágenes.


Las imágenes como ven no están muy bonitas, bueno al menos a mi no me lo parecen, pero en ese entonces la emoción de tener finalmente una baraja completa, me gano.

Tiempo después conseguí mi primer libro formal de tarot, “Guía Completa para el Tarot” de Eden Gray, solo que me encontré con un pequeño problema, las imágenes con las que explicaba el libro son las del tarot Rider Waite, que es otro de los pilares de los seguidores del tarot junto con el de Marsella y el de Crowley.
Así que por más que intenté no podía acomodarme a este tipo de tarot, no hubo ese clic que tenia con las imágenes del libro, pero que al ser en blanco y negro, pues le hacia falta una buena parte de la conexión que nos permiten los colores.

En el siguiente capitulo de mi historia les contaré como es que tuve finalmente mi primer tarot, con el que me sentí conectado...
Por cierto se me esta ocurriendo la idea de un blogg sobre mis estudios de tarot, para aquellos que van empezando que sea de utilidad...
Si te late esta idea y quieres cooperar, contactame...

lunes, 8 de enero de 2007

Mi viaje del loco...



Pues el dia de hoy estoy comenzando mi viaje en este trozo de la telaraña energética, y espero que podamos estar en contacto, por lo pronto, estoy solo experimentando, asi que nos vemos y bienvenidos a este lugar mio, que comparto gustosamente contigo.



Mi propio viaje




Mi viaje del loco inició aproximadamente 16 años de una manera más formal, ya que fué aproximadamente en la secundaria cuando comence a tener contacto con personas interesedas en estos rollos de la metafisica y lectura de cartas una maestra, Laura, junto con Triny y Mony todas ellas interesadas en estos rollos, pues pasabamos largos recesos, que nos parecian cortos, platicando sobre estos temas, metafisica, proyección astral, astrologia, fue una linda epoca de inicio en estos temas.


Ni que decir que en la poblacion pequeña en la que vivia existiera algun lugar donde pudiera conseguir algunas revistas, no digamos libros eso era realmente impensable.


Me encontraba en la secundaria cerca ya del tercer año, y próximo a graduarme de esta escuela cuando el tarot y yo finalmente tuvimos nuestro primer encuentro y fue todo un encuentro verdaderamente.


Yo salia a una población un poco más grande que la mia, a estudiar la secundaria, en todo el pueblo hay solo un puesto de periodicos y resvistas, y en ese entonces las revistas con temática esotérica por aca realmente no eran muy solicitadas o al menos yo no las veia en este pueblito. Resulta que un día, voy a este puesto de periódicos porque en ese entonces había ciertos cuentitos que me gustaba comprar, de repente me sentí atraído hacia un rincón del local donde esta ubicado todavía este puesto de periódicos, y había por ahí un montón de revistas de esas ediciones pasadas que por acá en México de vez en cuando te juntan un bonche de revistas viejas y te venden el paquete mucho más barato, y no se porque razón comencé a revolverlas y justo antes de que doña Pepa, me corriera por hacerle tanto desorden me encontré en una de esas bolsas de revistas empolvadas una serie de cartitas muy coloridas así como en una cartulina y no lo podía, creer, ¡era una baraja de Tarot! Inmediatamente me dirigí hacia la entrada y las compre, resulta que era una versión de los 22 arcanos mayores en tamaño miniatura como de unos 5 x 3 cm más o menos, de una versión de lo que conocemos como el tarot de Marsella.
Estaba que realmente no cabía de la emoción, esto disminuyo el hecho de que la contracara de las cartas era el logo de una revista de chicas, que como te imaginarás en ese entonces sacaron la promoción de léase el tarot usted mismo, yo encantado de poder finalmente tener un cacho de una baraja de Tarot.
No había mucho que hacer con la poquísima información que había en una o dos paginas de la revista, así que tuvieron que pasar algunos (muchos) días más para que pudiera conseguir algo que completara esta parte de rompecabezas de tarot que tenia en ese momento pero que disfrute enormemente.

Terminé mi ciclo en esa secundaria y me fui a estudiar a otra localidad, una ciudad como a 40 minutos de mi casa, en donde todas las mañanas me levantaba a las 5:30 am para estar listo y poder ir a el pueblo más cercano y tomar un autobús que me llevara a la ciudad, y poder ir a la prepa, un CBTis, llegando a mis clasesitas de las 7 de la mañana hasta las casi tres de la tarde, en que hacia el recorrido inverso para llegar a mi casa, después de las 4 de la tarde de lunes a viernes.
Bueno todo este intro en mis clases de la prepa viene a que en este primer año, pues salía de mis clases y algunas veces comencé a pasear por el centro de la ciudad, acá había obviamente más puestos de revistas, pero hay un centro en particular que es como el distribuidor de la región del periódico y revistas y bueno tiene algunos libros (más caros de lo normal obviamente) y sobre todo un mejor surtido de revistas, para ese entonces comencé a encontrar algunas revistas con temática esotérica, y pues adquiría las dos o tres diferentes ediciones que había en ese entonces y comencé a empaparme de las embarraditas que de estas revistas podía obtener, de hecho tengo todavía mi colección de revistas que inicie en los últimos meses de secundaria y toda mi prepa y parte de mi licenciatura.
Un día en uno de estos paseos por el centro de la ciudad me encuentro con una de esas ferias de libros ambulantes que vienen por acá donde dos o tres puestecitos de libros vienen viajando por diferentes ciudades y encuentras libros interesantes, y en una de esas, que me encuentro con la versión de una editorial mexicana Gomez-Gomez de un tarot que a mi parecer esta muy chafita, pero imagínate la emoción en ese entonces de al fin tener acceso a una baraja completita de tarot, después de estarla buscando durante algún tiempo, y ¡oh! Sorpresa, no me alcanzaba para comprarlo porque venía en un paquete con el dichoso libro para leerlo y me era imposible comprarlo, los sujetos estos se iban al día siguiente, y parecía que todo estaba en contra, yo sin plata, y estos tipos que se van… snif, snif…
Me puse algo tristecillo, y así pasaron las cosas hasta que un año después, vuelven estos mismos sujetos, y entonces ya tenia mi guardadito, pero tuve que hacer labor de convencimiento porque solo me interesaba la baraja, el libro como que no me latía mucho y además no podía pagar tanto por el paquete. Después de mi labor de convencimiento, el señor tuvo que deshacer el paquete, y me fui feliz con mi baraja de tarot.
Para ese entonces y con la información de algunas revistas, ya tenia nociones de los arcanos mayores y menores que como saben los conocedores de esta herramienta es como se dividen los arcanos del tarot; llego a mi casa con mi barajita, me encierro en mi cuarto, abro la cajita amarilla y ¡Sorpresa! Comienzo a ver barajas que no tenían nada que ver con lo que había estado leyendo que eran los arcanos mayores, pues resulta que esta edición de Tarot no es la clásica de Marsella o Rider-Waite, empiezo a ver títulos como los peces y los pájaros, el infinito (y yo para mis adentros con cara de ¡Whaaaat!). Las otras cartas que no son bonitas tampoco, al menos no me lo parecen y mira que sigo conservando esas barajas, pero al menos me eran más conocidas, los restantes 56 arcanos menores, cada una de estas cartas tenia un titulo el significado derecho o invertido dependiendo de cómo saliera y de ahí que sean bastante comerciales porque casi cualquiera puede inventar algo con esas palabras.
Ingenio afortunadamente no me falta, así que tome mis barajitas de Tarot de Marsella que habían estado por ahí guardadas, tome mucha cinta adhesiva transparente y comencé a pegarlas sobre los arcanos mayores de esta baraja, así que ya tenia resuelto por el momento el asunto del rompecabezas, finalmente armé algo con esas dos piezas, como te imaginarás me quedo del grosor como de casi mazo y medio y era difícil de manejar, pero eso no importaba, finalmente un mazo de Tarot conmigo…
Se acercaban las vacaciones de invierno, y las tengo presentes porque en mi Ranchito la fiesta del Santo Patrón se festeja el 6 de enero, que es cuando viene la gran mayoría de los inmigrantes de regreso para pasar esta temporada con su familia. Bueno pues en esta fecha y después de tener una idea de los significados de algunas cartas, decidí hacer una tirada de tres cartas, para practicar y para ver que vendría en el año nuevo:
Cerré mis ojitos, mezcle las cartas y después de ponerlas boca abajo, elegí tres, una a una y con los ojos cerrados fui tomando los trozos de cartón que me dirían y me conectarían con el destino en esa noche previa a año nuevo, y una a una comencé a girarlas boca arriba.
La primera carta La Reina de Espadas, en ese entonces solo pude pensar que era la representante de una mujer mayor, de cabellos blancos.
Por más que intenté no supe agregar nada más en ese momento.
Segunda Carta, 10 de espadas, no me pareció una carta como muy alentadora, y en el subtitulo que tenia decía algo así como aniquilación o muerte, comencé a ponerme intranquilo, hasta aquí llevaba a una mujer grande de cabellos blancos, y además la carta de la muerte, una transformación o un cambio supuse, veamos a donde, la tercera carta, me dirá a donde va el cambio…
Tercera carta, lentamente voy girándola y me encuentro con el arcano XIII, La muerte, ¡Joder! Otra vez la muerte.
En ese preciso momento estaba completamente intranquilo, una mujer mayor que se va a morir, y pensé de primera instancia en mi madre, porque había estado enferma de gravedad, problemas renales, para este momento realmente estaba temeroso, tome las cartas las junte y se fueron a la caja de zapatos donde guardaba mis cosas mágicas…
A este punto seguro pensaras que porque creí tan soberana estupidez, unas cartitas y yo tan crédulo, si de algo estoy tranquilo es que no soy presa fácil de nada, ni en ese entonces ni ahora, creo, (aunque dicen que dime de que presumes…), pero en esa ocasión fue diferente, había algo ahí que no podía comprender pero que me decía que era cierto…


Una semana después falleció mi abuela…
La imagen del Loco es de Aquatic Tarot (C) de Andreas Schröter